La varicela es una enfermedad altamente contagiosa, causada por el virus Varicela Zoster. La mayoría de los niños en Estados Unidos padecen varicela antes de entrar a la escuela. Actualmente, existe una vacuna contra dicha enfermedad. Aunque la varicela no es una enfermedad seria para la mayoría de los niños, aquéllos con sistemas inmunes comprometidos (por ejemplo recién nacidos, personas que están en quimioterapia para cáncer, tienen SIDA o toman esteroides como cortisona o prednisona), pueden experimentar una enfermedad severa e incluso la muerte.
La varicela también puede causar problemas de salud severos en mujeres embarazadas, causando abortos espontáneos o defectos al nacer, y pueden contagiar a otros bebés durante su nacimiento. Ocasionalmente, la varicela puede causar enfermedades como la encefalitis o neumonía, especialmente en adultos. En el pasado, algunos niños que tuvieron varicela y se les dio aspirina desarrollaron el Síndrome de Reye, que afecta el hígado y cerebro, y puede causar convulsiones o en algunos casos la muerte. Por estas razones, la aspirina no se le debe dar a ningún niño.
La varicela comienza con una erupción, que consiste en pequeñas vesículas en forma de gota, rodeadas de un área roja con mayor concentración de éstas en el tronco y cara. Estas lesiones dan comezón y tienden a hacer costra después de 24 a 48 horas de aparición. Generalmente, de cinco a 10 días las lesiones tienden a desaparecer. Otras manifestaciones clínicas son fiebre, ganglios linfáticos inflamados e irritabilidad.
La varicela se contagia de persona a persona cuando una de ellas sea susceptible y se expone a las secreciones respiratorias (por ejemplo, aquéllas producidas por la tos o el catarro) o directamente del líquido de las lesiones de una persona infectada. La enfermedad es tan contagiosa en sus primeras etapas, que una persona expuesta que no es inmune al virus tiene un 70 a 80 por ciento de probabilidad de contagiarse de la enfermedad.
Después de la infección, el virus se mantiene en el cuerpo de por vida. Aunque estas personas no pueden contagiarse dos veces, el mismo virus puede causar "shingles" o infección por Herpes Zoster. Un adulto con esta enfermedad puede contagiar el virus a cualquier persona, adulto o niño que no haya tenido varicela, por lo que esta persona susceptible puede desarrollar varicela. Artículo adaptado del inglés de Centers for Disease Control (CDC).